En las consultas que recibimos en nuestro despacho, hemos observado que cuando una persona acude a un abogado para asesorarse en un procedimiento de divorcio, en general, se siente muy perdida y desorientada. Puede ocurrir que ya haya adoptado esa decisión de divorcio, o bien, quiere simplemente conocer cuál es su escenario jurídico de cara a su divorcio a corto, medio o largo plazo.
No solamente hay que adoptar esa decisión de divorcio, que es una cuestión muy personal, sino conocer cuál es la situación jurídica en la que uno se encuentra, cuál es la posible sentencia que se puede dictar, y dentro de esas posibilidades cuál sería el mejor acuerdo o si es necesario un procedimiento judicial contencioso. En general, muchas cuestiones, muchas dudas y mucha incertidumbre para afrontar en muy poco tiempo.
Los abogados de familia, tenemos que orientar a cada persona conforme a sus circunstancias personales, establecer una estrategia adecuada, conocer en qué partido judicial nos encontramos y después en qué juzgado nos movemos para saber cuáles son las cuestiones procesales más adecuadas. Debemos conocer cuáles son los intereses del cliente y si esos intereses van a ser acogidos judicialmente o se van a orientar hacia la consecución de una sentencia, ya sea de mutuo acuerdo o contenciosa, que pueda contemplar los mismos.
Es evidente que no es lo mismo un proceso de mutuo acuerdo que un proceso contencioso, y que cada persona es un “mundo”, y aún más cada familia, pero nos gustaría poder explicar todo este proceso desde nuestra perspectiva como abogadas de familia, desde que el cliente llega al despacho hasta que se dicta sentencia. Durante un breve periodo de tiempo, cliente y abogado recorremos un complicado camino en el que intentamos resolver de la mejor forma posible desde las cuestiones más jurídicas hasta las cuestiones más prácticas que van surgiendo, porque todas ellas forman parte de ese camino. Y comprendimos que el apoyo de tu abogado es muy importante.
Afrontar un proceso de divorcio es muy complejo, si bien y desde nuestra experiencia, conocemos que la situación inicialmente tan complicada se volverá a normalizar, siempre y lamentablemente, salvo excepciones. Y tras ese momento inicial y después del proceso de divorcio, hemos tenido la fortuna de ver como nuestros clientes, se encuentran mucho mejor y han vuelto a normalizar su vida. Las pasadas navidades incluso tuve un regalo que me sorprendió mucho, y fue de un cliente que me indicó que en uno de los peores momentos de su vida, había estado a su lado, porque mi apoyo para él fue fundamental.
Y por todo ello quiero explicar esta situación, comenzando por uno de los procedimientos de familia más complicado, el procedimiento contencioso en el que se discute la guarda y custodia de los hijos menores, desde la llegada del cliente a nuestro despacho hasta que un año después se dicta sentencia, para poder acercar esta realidad a aquellas personas que se ven inmersas en la misma, y que al final, todo se supera y se vuelve a la normalidad.
Me gustaría describir todo el proceso, desde su inicio, cuando el cliente viene por primera vez al despacho, hasta que se dicta sentencia, tras un largo y complicado año, o en otras ocasiones, no tanto. Queremos acercar esta realidad a aquellas personas que se ven inmersas en esta situación, y aproximarnos a los pasos o situaciones que habitualmente suelen ocurrir y las decisiones que se deben afrontar, e incluso de los conocimientos jurídicos que se adquiriente a lo largo del proceso,
Por ello, y ante un caso real muy complejo, intentaremos reproducir lo más fielmente posible la situación ocurrida, por supuesto modificando algunos datos con el fin de preservar al máximo la confidencialidad del cliente.
A lo largo de estas diez semanas contaremos:
1º) La consulta en el despacho, la solicitud de asesoramiento.
2º) La decisión de divorcio y adopción de las medidas que quieren acordarse.
3º) El intento de mutuo acuerdo con el abogado del otro cónyuge.
4º) Situaciones cotidianas dentro del proceso de divorcio.
5º) La interposición de la demanda por no haber acuerdo. El comienzo del proceso judicial.
6º) La preparación del juicio.
7º) La celebración del juicio.
10º) Un año después de la sentencia de divorcio.